Habiendo dicho eso, tenemos grados de compuestos especiales que brindan una mejor resistencia al desgarro que la silicona estándar. La fluorosilicona, por ejemplo, también ofrece estabilidad a altas temperaturas, pero con mayor resistencia química.
El caucho sintético EPDM, es un copolímero de monómeros de etileno, propileno y dieno. Este material ofrece una regular resistencia al calor, con un rendimiento óptimo hasta +110 °C. También ofrece una regular resistencia al desgarro, la abrasión, el vapor y la deformación por compresión. Si bien es resistente a los ácidos diluidos, las cetonas y los álcalis, el caucho EPDM ofrece poca resistencia a los combustibles a base de petróleo, la mayoría de los aceites y los solventes no polares. Sin embargo, es sin dudas el caucho más utilizado ya que a sus características técnicas favorables, suma una ventaja muy importante: es un polímero de bajo costo.